martes, 22 de diciembre de 2009

Mi suerte con la lotería o "dónde está Chencho".

Nunca me ha tocado nada. Miento, cuando estaba en cuarto curso de EGB sortearon tres albumes maga de estampas sobre naturaleza animal y botánica entre cinco compañeros que habíamos hecho el mejor trabajo de la clase (siempre me ha gustado codearme con los mejores, no se si ellos comparten el mismo sentimiento hacia mi). Lógicamente las posibilidades de que me tocara alguno eran bastante altas. Me hizo mucha ilusión aquel album cuya interminable colección quedó incompleta para siempre.

Y ahí acabó mi suerte en los sorteos. Mi salud hasta la fecha, tocaré madera, aguanta medio decente a pesar del tiempo, es decir, celebramos año tras año por estas fechas, el día de la salud. Un compañero de trabajo tenía la teoría, a la que yo me sumo, de que las escenas de los informativos del día 22 de diciembre en los que aparecen los “agraciados” de la lotería estaban rodadas en un estudio de Madrid junto al que hacen la serie “cuéntame” y que los premiados eran actores desconocidos. Es más alguno ha salido en anuncios a los que nadie presta atención, como el de hemoal, o como figurante en Hospital Central, haciendo de enfermo borracho del rincón alicatado de la entrada de urgencias. En fin, teorías, teorías que ni por esa consuelan la bajona del día del sorteo por la tarde.

La lotería de navidad, pues como ese pastel de la vitrina, con esos brillos, esas frutas que parecen dibujadas, esa nata resbalando por los bordes entre trozos de chocolate fondant…mientras no te lo comas, conservarás la ilusión de su sabor, de su olor, de su textura. Cuando te lo has cepillado,…joder creo que no me ha sentado muy bien, igual no debería haberme comido ese otro, y encima lo que me ha costado en esta pastelería, ahora ya nadie quiere más, qué hago con lo que ha sobrado.

Lo mismo, lo mismo. Antes del sorteo, ya me había quitado la hipoteca, había cambiado de coche por otro menos práctico y consumo brutal, tenía sacada las entradas para el concierto de año nuevo de Viena y estaba esperando a tener el nuevo coche para pegarme un viajecito por la costa y la sierra para cerrar la compra de mi nueva casa de vacaciones.

Después del sorteo, después del sorteo, no passssa nada. El pibón me seguirá queriendo igual, espero. Continuaremos con el entretenimiento de gestionar los números rojos de una cuenta bancaria, que es todo un arte y del que estoy seguro acabará sacándose un videojuego en todas las plataformas. Y total un mini cooper con el techo y los retrovisores de cuadritos blanco y negro, no te da más que problemas, arañazos, taller, un lío. Dónde va a estar uno más a gusto que en su propia casa… Total, que me he quitado de un montón de problemas y de quebraderos de cabeza.

En mi oficina, los viernes me agencio lo que he denominado la revista del entacado y que no es más que el suplemento del diario Expansión, llamado “Fuera de serie”. Entre las principales noticias del último número comentaban que Mercedes, una vez finalizada su alianza con McLaren, lanzaba su primer deportivo en solitario. El nuevo SLS AMG, alas de gaviota al precio de 177.310.-leurazos. Otro problema menos para mí.

Si es que no veo más que ventajas en esto de que en el sorteo de navidad de este año me haya tocado lo de siempre. Un güenna, aderezado con ajo, agua y resina.
Y encima Gibraltar sigue siendo de los bucaneros ingleses.

jueves, 10 de diciembre de 2009

“…En estas fechas tan entrañables, la reina y yo…”,

Me gustan estos días previos a la navidad, al término del año. En mi época de estudiante que recuerdo a tirones y por mi condición de tieso crónico, dedicaba una o ninguna partida de mi presupuesto a lo que venía siendo comprar periódicos. Así que elegía cuidadosamente los momentos para gastar en estos menesteres, y entre mis preferidos estaban los suplementos de final de año. El del País, reproducía en pequeño formato cantidad de portadas de todo el año, una especie de periódico en miniatura que me duraba todas las pascuas hasta más allá de la ruina de la caida libre de enero. Luego aparecieron el de otros diarios, el resúmen del año de informe semanal, el relleno televisivo, las pelis de navidad, en definitiva, el camino que te conduce a través del mensaje de “…en estas fechas tan entrañables, la reina y yo…”, a lo mejor de lo mejor que es la noche de reyes.

Da un poco de vértigo pensar cuál será el resumen de este año al que ya le queda poco para cascar, así que he decidido no mirar demasiado para atrás y por supuesto no comprarme niguno de estos compendios de desgracias del año 2009 que van a aparecer por los kioskos de un día para otro.

Voy a intentar borrar lo peor de mis recuerdos del disco duro y conservar, subrayar y aumentar lo mejor para fabricarme un buen paraguas, porque me da la impresión de que el año que viene parece nubladillo y será muy importante tenerlo cerca. Si es posible, que sea un paraguas como los que venden en decatlhon para el golf. Bien grandote. Que resguarde de esos nublados a todo lo que quiero.

Como lo hecho, hecho está y no tiene remedio, más vale que me concentre en lo que viene. Los mensajes de navidad, aparte de una pose, parecen muchas veces un chicle de a peseta, por lo poco que les dura el sabor, básicamente en mi ciudad dura hasta que se llenan los contenedores de cajas de juguetes, botellas vacías, huesos de jamón secos y se limpian las calles de los papeles de los caramelos de la cabalgata. Las luces, creo que se quedan hasta el carnaval, total con un poco de habilidad sirven para las dos cosas. Los motivos navideños en mi pueblo cada vez abundan menos en las luces que pone el ayuntamiento, claro que es una forma de reciclar, que es una cosa bastante sostenible, participativa, solidaria e igualitaria.

Así que, dicho lo dicho, me voy a permitir el atrevimiento de reproducir un fragmento del artículo que publicó mi admirado Luís Rojas Marcos, días después del ataque terrorista a las torres gemelas, con la esperanza de que su mensaje perdure durante todo el año, mucho más allá de lo que dure la navidad.

“Al final, la lección más importante que he aprendido en estos días tan dolorosos es que nuestra tarea diaria consiste en ayudarnos unos y otros, y que el mejor negocio es el bien común. Este trágico 11 de septiembre que cambió a este pueblo para siempre me ha hecho recordar un pasaje del Diario de Ana Frank, la niña de quince años que en vísperas de morir en el campo de concentración nazi de Belgen-Belsen, en marzo de 1945, escribió: 'A pesar de todo, creo que la gente es realmente buena en su corazón'” (Luis Rojas Marcos. Angeles anónimos. Diario El País. 23 de septiembre de 2001).

Felices pascuas a tod@s. Que sigamos ayudando a los Reyes a ser magos para todos y para siempre. Abajo el gordito de rojo. Beduínos unidos jamás serán vencidos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Hoy es mi santo y no quiero cabrearme

La inmensa libertad de opinión que te da internet es la misma que siempre hemos tenido en las “tertulias” de café, de humo, de copa, donde nos podíamos permitir la práctica del deporte del despelleje de cualquier propio que se pusiera a tiro o la práctica de querer entender de todo y no saber de nada. La chirigota del Selu del año pasado, clava a estos personajes: “los enteraos”, siempre con un periódico bajo el brazo y oteando el horizonte con la barbilla levantada y las manos en los bolsillos. Es la misma pero a lo grande. Es como hablar en voz alta en medio de la calle Sierpes un día de rebajas. Igual te oyen, igual te escuchan, igual te ignoran, igual te pasan por encima.

Ahora las tertulias se llaman blog y no tienen límite. Es la anarquía dialéctica, pero tienen su territorio definido, aunque les pese a algunos. No hay cosa que moleste mas al sr. Burgos (Don Antonio para muchos) que cualquiera pueda opinar de lo que quiera y tener el mismo altavoz que él usa, porque desde que la prensa es más digital que de papel, los tiempos han cambiado que son una barbaridad. Y digo esto porque el sr. Burgos odia dos cosas que para mí son fundamentales: las bicicletas y los blogs, aunque las bicicletas las odie por el carril bici de Sevilla que sí que es verdad que ha sido diseñado con un magna doodle como el que les traían los reyes a mis niños.
Dicho esto y haciendo uso o abuso si hace falta de esta libertad virtual, lancémonos al ataque.
Titulares de la prensa de estos días:

El premio nobel de la paz 2009 prorroga la guerra en Afganistán hasta el 2011. Habría que darle el nobel a los zumbaos del jurado del premio.
Corbacho dice que se está frenando la destrucción de empleo. Lógico, cada vez queda menos que destruir. Es lo que tiene, o peor, es lo que se transmite: que un ministro piense que los que leemos o escuchamos estas cosas seamos tontos.
El 66% de los andaluces que hace ejercicio luego se va de cañas, según una encuesta. Es que hay otra razón en la tierra de María Santísima para hacer deporte?
Hoy es mi santo y no quiero dar mucha leña, así que a título de culturilla os cuento que San Francisco Javier murió el 3 de diciembre de 1552, que está enterrado en Goa (antigua colonia portuguesa, en la costa occidental de India) y que es copatrón de Navarra junto a San Fermín. Hay un pueblo en Navarra que lleva su nombre, donde está el castillo en el que nació este misionero que entregó la cuchara en tierra extraña.
Si es que no puedo resistirme. Esta ya es de traca. Ojito a la noticia: el alcalde de Barcelona dio un discurso de bienvenida a personalidades y a los equipos español y checo que van a disputar la final de la copa Davis durante este fin de semana en el Palau San Jordi. El discurso lo dio en catalán y en inglés. Lo que asombra es que no lo diera en eslovaco, total ya puestos a quién le importa que sea el equipo español el que juegue la final, lo importante es que se juega en Cataluña. A lo mejor para animar al equipo tampoco se puede decir eso de “yo soy español, español…” En fin, disfrutemos por la tele los que puedan y confiemos en barrer a los checos de la tierra (de la pista), que va a costar lo suyo.
Vivan los beduínos de Gines.